logotiposCuando nos enfrentamos a la idea de hacer un logotipo para una empresa o una imagen corporativa, es como cuando uno empieza un nuevo diseño de “algo”, enfrentarnos a una hoja en blanco y conseguir reflejar en ella lo que simboliza la empresa. Al comienzo, puede resultar difícil ya que sólo contamos con la información de la actividad de la empresa y siempre proponemos varios bocetos para intentar tratar de transmitir lo que el cliente quiere. Para optimizar todo este trabajo lo máximo posible te proponemos una serie de pautas básicas o trucos que nos ayudan a tener claro lo que para nosotros es lo fundamental para la realización de un buen logotipo.

Como dijo Kent Beck (pionero en patrones de diseño de software y una de las personas más influyentes de facebook) “No eres un diseñador hasta que no sabes unos cuantos trucos, pero no eres un buen diseñador hasta que no sabes cuándo no utilizarlos.”

Estas son las pautas o trucos a la hora de hacer un buen logotipo:

La tipografía debe ser sencilla, (sin tipografías extravagantes, no legibles, poco habituales), que sea sencilla y legible para todo el mundo y se debe evitar la utilización más de dos fuentes, porque crea confusión.

Los colores: No utilizar más de tres, salvo en determinados sectores que lo requieran, para no distraer a los usuarios y que memoricen bien nuestros colores corporativos, aunque hay veces que la creatividad logra vencer esta norma.

El formato: Que el logo se vea bien tanto en color como en blanco y negro, ya que lo tenemos que utilizar en todos los formatos de impresión y hacer que sea vea igual tanto en CMYK, como RGB o monocromo.

Los programas: hacerlo siempre con programas de diseño gráfico, para guardarlo en las extensiones correctas '.ai', '.eps', '.jpg', y que luego pueda ser utilizado sin problema en todos los tamaños sin que se pixele, sin que no se pueda abrir por la extensión. Y que pueda ser utilizado con la misma calidad tanto en una web como para imprimirse en gran formato por cualquier imprenta.

La opinión de los demás: Antes de enviarlo al cliente, consultar la opinión de al menos tres o más personas, que te den su punto de vista, esto puede aportarte ideas extras que antes no has visto. Recuerda que el logo no sólo debe gustarte a tí y hemos de encajar bien las críticas o aportaciones que nos puedan hacer.

En definitiva, hay que crear para la parte del símbolo una forma única y original, evitando utilizar fotos, clip-art y demás elementos gráficos hechos. Debe ser único y personal.

Tener en cuenta, conceptos elementales:

Relación entre el sector de actividad de la empresa y el logo. Evitar logos abstractos o impersonales que no reflejen esto, ya que queremos que automáticamente cuando se vea el logo se sepa de qué es la empresa, que sea nuestra marca o sello de garantía.

Buscar la simplicidad, la mayoría de las veces lo simple y sencillo es lo bonito, no buscando formas enrevesadas o complejas para el logotipo. Como dijo Leonardo Da Vinci “La simplicidad es la máxima expresión de la sofisticación.”

Sobre todo, aunque esto se da por hecho en todas las personas que les encanta el diseño, hay que poner mucho cariño al hacerlo, hacerlo como si fuera tuyo, como los chef cuando cocinan para la gente, sólo así conseguiremos que nos guste primero a nosotros mismos y conseguido eso que estemos convencidos de que “ese es el logo” y poder mostrarlo.

Estas son, a nuestro juicio, algunas de las pautas recomendables que te ayudarán a crear el logotipo que se busca, nunca hay un diseño perfecto, pero al menos sí conseguimos que nos guste primero a nosotros y luego hacer que le guste al cliente, que sea “casi perfecto”.